martes, 15 de abril de 2014

Cuento: La belleza de una oruga


Había una vez una oruga que se llamaba Hanzel, ella no era muy bonita, pero tenía cualidades que la hacían sobresalir del resto. Ella asistía a Insectis, la escuela para todo tipo de insectos. Hanzel no era muy popular, pero era muy querida por todo aquel que la conocia. En su aula había un saltamontes, el cual, era muy popular., Él siempre la molestaba, recordandole constantemente lo poco agraciada que era y lo poco beneficiada que se veía a pesar de ser así. Hanzel nunca se defendía, pues nunca le tomaba importancia y siempre le respondía:
-Hay pequeño saltamontes ¿cuándo entenderás? Que todo lo que hago, lo hago con mucho cariño.
Después de un tiempo Hanzel empezó a no asistir a Insectis, algo que resultaba muy extraño, pero lo que sorprendió a todos es que el saltamontes, quien era indiferente hacia ella dias atras, era el que se veía más preocupado.
Al paso de algunas semanas, apareció en la clase una hermosa y única mariposa, siendo una gran belleza por sus alas incomparables, llenos de maginificos colores. Todos quedaron maravillados al verla, y a su vez asombrados al saber que esa bella mariposa era la fea oruga Hanzel. Saltamontes le pidió una disculpa por todos los malos ratos que le había hecho pasar, y le confeso que en realidad lo hacía para  llamar su atención, pues siempre intento contar con su amistad y poderla llamar su única amiga verdadera. Hanzel acepto su disculpa y desde entonces empezaron a ser muy buenos amigos y vivieron felices para siempre.


No hay comentarios:

Publicar un comentario